21.8.07

¡Tomá mate!

Quizás el mejor momento para haber publicado este post, hubiera sido el día del amigo, pero en vista del pasado aniversario del blog, y de aquellos quienes se han acercado, a ellos les dedico esta entrada.

El texto de esta presentación me llegó por e mail, supuestamente obtenido del programa de Lalo Mir “Lalo Bla Blá” de Radio Mitre.

El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca.

Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.

El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.

Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda '¿unos mates?'. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres.

Pasa entre mujeres chismosas y charlatanas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.

Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan.

Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.

Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno.

Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide.

Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes.

Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.

Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.

Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como lo tomes vos'.

Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.

La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas.

Siempre.

Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras

pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da.

La yerba no se le niega a nadie.

Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.

Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.

Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos.

Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.

Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.

Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos.

El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...

Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena.

La charla, no el mate.

Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir:

¡Basta, cambiá la yerba!'.

Es el compañerismo hecho momento.

Es la sensibilidad al agua hirviendo.

Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'.

Es la modestia de quien ceba el mejor mate.

Es la generosidad de dar hasta el final.

Es la hospitalidad de la invitación.

Es la justicia del uno por uno.

Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.

Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.

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7 Tuvieron algo que decir:

Anonymous Anónimo también estuvo divagando

cada vez que releo este texto me alegro de haber vuelto a tomar mate despues que murio mi abuela, claro era con la unica que tomaba.

besos grandes
y felicidades blog!

9:30 a. m.  
Anonymous Anónimo también estuvo divagando

¡Cúan cierto eso de la "mayoría de edad" al momento de sentir necesidad de cebarse unos mates para uno solo! Talvez quien no tiene ese impulso, sale a buscar otra compañía, no siempre recomendable, algo así como un porro o algo aún peor. Un abrazo.

11:19 a. m.  
Blogger godsize también estuvo divagando

Buenas.
El texto es de Hernán Casciari, lo publicó en "Blog de una Señora Gorda", y no tomo mate.
Peeeerooo, lo tengo que felicitar por haber llegado al año, che, espero que siga y siga, como el conejo ese que escala la montaña en la publicidad de Duracell.

11:24 a. m.  
Blogger Araña Patagonica también estuvo divagando

Ayer me mandaron esto mismo por mail.
Me encantó leerlo, porque está tan bien explicado.. tan real y tan cierto.

Un matecito??

1:02 p. m.  
Blogger Adrian Pegaso también estuvo divagando

Hace mucho mucho tiempo que anda circulando este texto. Esta muy muy bueno. Real por sobre todo.

Bexos
Ad

7:24 p. m.  
Blogger Marlena también estuvo divagando

Para mí, que acabo de llegar a la oficina, y lo primero que hice fue prepararme el mate, ha sido un enorme placer leer este post mientras me tomo unos amargos...
Me puse a pensar unos minutos, y me dí cuentas que todos los momentos de mi vida, los buenos y los malos, han estado siempre en compañía de unos mates.
Gracias por postear este texto, pitoti!!!
Te dejo un beso enorme, con la ilusión de que algún día nos juntemos todos, mate de por medio :o)

9:44 a. m.  
Blogger Pitoti2 también estuvo divagando

Es especialmente a ustedes, que lo dedico.
¿Gustan otro mate?

7:51 a. m.  

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