911, un momento por favor...
Este fin de semana han acontecido dos hechos, aparentemente disímiles, pero que en la febril mente de quien escribe, se han relacionado, váyase a saber por que cortocircuitos corticales.
La gran novedad fué la inauguración del "911" en nuestra provincia, supuestamente acompañado de un nuevo sistema de seguimiento de móviles y agentes, así como de comunicaciones.
En realidad no creo que agregue nada novedoso, ya que la desidia política hacia la inseguridad, que favorece las promesas electorales del momento y a la consabida ineptitud de nuestros policías,que ni metiéndoles un petardo en el orto los haces moverse.
En realidad es solo otra muestra de la enajenación a la que estamos sometidos, ya que es una triste imitación del 911 (y no del 9-11) de las películas, que parece maravilloso, pero que en la realidad no es taaaan eficiente. Encima venimos a copiar algo que se sabe no mejora en nada a los que teníamos, sinó que encima lo hacemos mal, porque no es un servicio de emergencia integral, ya que no agrupa a las emergencias médicas, que sigue siendo el 107, ni al de menores, el 102, increíblemente.
Para colmo uno ve en los noticieros de Europa e Israel, que algo saben de emergencias y ellos tienen bien divididos los servicios, como era hasta ayer, solamente que ellos si se lo toman en serio y nadie llama para hacer "joditas".Y estos algo saben de emergencias.
El otro hecho fue la celebración de San Pedro y San Pablo, el viernes 29 de junio, el de las famosas fogaratas. Como en el barrio tenemos la Vicaría de San Pablo, aún se realiza este festejo tan popular de mi niñez y la de muchos de ustedes supongo.
Aunque aparentemente no se relacionen explicitamente, hay un vínculo muy fuerte: EL FUEGO.
En la tradición Cristiana el fuego es uno de los símbolos más fuertes, como el agua. Representa la fuerza del Espíriru Santo, la luz que nos permite guiarnos, auyenta los malos espíritus, y es purificador del alma.
Por eso ese fuego también representa un cambio, como en el Ave Fénix, de dejar lo viejo y malo, para renacer y empezar nuevamente, que es la simbología de quemar las cosas viejas en la hoguera.
Y me hago, y les hago esta pregunta:
¿Qué quemarías en esa fogarata?
La gran novedad fué la inauguración del "911" en nuestra provincia, supuestamente acompañado de un nuevo sistema de seguimiento de móviles y agentes, así como de comunicaciones.
En realidad no creo que agregue nada novedoso, ya que la desidia política hacia la inseguridad, que favorece las promesas electorales del momento y a la consabida ineptitud de nuestros policías,que ni metiéndoles un petardo en el orto los haces moverse.
En realidad es solo otra muestra de la enajenación a la que estamos sometidos, ya que es una triste imitación del 911 (y no del 9-11) de las películas, que parece maravilloso, pero que en la realidad no es taaaan eficiente. Encima venimos a copiar algo que se sabe no mejora en nada a los que teníamos, sinó que encima lo hacemos mal, porque no es un servicio de emergencia integral, ya que no agrupa a las emergencias médicas, que sigue siendo el 107, ni al de menores, el 102, increíblemente.
Para colmo uno ve en los noticieros de Europa e Israel, que algo saben de emergencias y ellos tienen bien divididos los servicios, como era hasta ayer, solamente que ellos si se lo toman en serio y nadie llama para hacer "joditas".Y estos algo saben de emergencias.
El otro hecho fue la celebración de San Pedro y San Pablo, el viernes 29 de junio, el de las famosas fogaratas. Como en el barrio tenemos la Vicaría de San Pablo, aún se realiza este festejo tan popular de mi niñez y la de muchos de ustedes supongo.
Aunque aparentemente no se relacionen explicitamente, hay un vínculo muy fuerte: EL FUEGO.
En la tradición Cristiana el fuego es uno de los símbolos más fuertes, como el agua. Representa la fuerza del Espíriru Santo, la luz que nos permite guiarnos, auyenta los malos espíritus, y es purificador del alma.
Por eso ese fuego también representa un cambio, como en el Ave Fénix, de dejar lo viejo y malo, para renacer y empezar nuevamente, que es la simbología de quemar las cosas viejas en la hoguera.
Y me hago, y les hago esta pregunta:
¿Qué quemarías en esa fogarata?
Etiquetas: En la edad de los porque
Divagues de Pitoti2 a las 7:40 a. m.
7 Tuvieron algo que decir:
el 911! que cosa che! aca esta pero la verdad como que mucha bola. Yo lo llame dos veces. Uno cuando se llevaron a mi viejo y la verdad sirvio mas de psicologo y de gastadero de guita y otro cuando se me paro un auto con unos muchachotes en la puerta de mi casa. Oh casualidad que cuando llego la policia haciendo flor de despliegue, estos tipos hacia medio minuto se habian ido.
Por eso yo quemaria a todos los inutiles que roban descaradamente!
cariños
Por estos rumbos te dirían: "Y...eso es lo hay ¡Vo´ve!" ja-ja cierto que no siempre "peor es nada"; por otra parte, ¿las fogatas tradicionales no son por San Juan? Un abrazo.
CYN: lamentablemente ese es el común en todas las policías, sin excepciones. Para colmo ahora, con la crisis energética, ni siquiera nafta para prenderles fuego queda.
PROFE: Esas son otras tan o más conocidas, que se festejan el 23 a la noche, en realidad el 24, ya que se hace a las 12. Vienen mas o menos del mismo origen pagano , el solsticio de verano (en el norte) como inicio de un nuevo ciclo de cosechas y deseos de prosperidad. Si se prenden en una u otra fecha, dependen del origen de la tradición y la advocación de la parroquia.
yo tiraría en la fogata los recuerdos que a veces no me dejan seguir para adelante..
un beso invernoso..
Coincido con la Araña en cuanto a la quematina...
Creo que a veces los recuerdos son los que nos hacen quedarnos atras en nuestro camino.
Bexos
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Es así, queremos copiar y copiamos mal... No cabe duda de que alguien se debe llevar una suculenta tajada de todo esto, no?
Por el lado de la fogata, se me ocurre que si se pueden quemar intangibles, yo quisiera quemar todas mis preocupaciones, me anda haciendo falta un poco de paz.
Besotes!
ARAÑA: Se vale quemar todo lo que quiera, pero estoy convencido que de los recuerdos, inclusive de los amargos, se crece en la medida que no se siga aferrado a los mismos.
ADRIÁN: solo le agregaría a lo dicho que está en uno manejar los recuerdos y por ahí, usando la analogía del fuego, ese recuerdo sangriento, cambiado por el fuego puede transformarse en un suculento asado para compartir con amigos.
MARLENA: No solamente copiamos mal, sino que copiamos lo malo, con el solo afán de beneficiarnos individualmente, y lo hago extensivo desde nuestros gobernantes (que salen de entre nosotros) hasta del tipo que pasa un semáforo en rojo, porque está apurado sin importarle un bledo la vida de los demás.
Por mi parte, yo quemaría en ese fuego mis inseguridades y miedos, mis prejuicios y paradigmas que son los que me han hecho perderme de disfrutar las cosas buenas que nos suceden cotidianamente.
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