Amanecer campestre...puro mate.

Esta ha sido una semana movida y mi productividad en este sitio ha dejado bastante que desear, aunque traté de poner algo que al menos les dejara una sonrisa en el rostro.
Por la hora y siendo viernes no puedo con la inercia y tampoco esperen algo ingenioso y desopilante, aunque con lo publicado anteriormente, si hay alguien que aún lo espera, lo felicito sinceramente desde lo más profundo de mi corazón por su exultante optimismo.
Hasta hace un rato estuve pasando revista a los diferentes blogs y en su mayoría había una manifiesta mala onda, con o sin razón, pero esa es el estilo de las entradas de hoy, lo cual me bajoneó al principio, luego me dejó pensando y al fin me decidí a poner algo para que, al llegar el lunes al laburo , tengan algo para que barrer los nubarrones del malhumor y se rían un rato. Que mejor para ello que los compañeros de oficina.
Por eso hoy llega la primera entrega de los APODOS: "Los compañeros de oficina". He aqui algunos, para su uso indiscriminado:
La aceituna, que a pesar de ser negra y amarga, igual se la comen.
Al gordo alcancía, que lo cargan por la panza.
El almeja, que se entierra solo con la lengua.
Al obsecuente, denominado arbolito de navidad, porque tiene las bolas de adorno.
Nunca falta el bolsillo de atrás, que no sirve ni para rascarse las pelotas, acompañado por el caballo de calesita, que no sirve para trabajar, es de madera y se la pasa todo el día dando vueltas al pedo.
Al contador, apodado camión sin espejos, porque no se da cuenta quien lo pasa.
Los vivos de siempre, el campeón de natación: 8 horas al día, nada y el resto descansa; o el retrato de la abuela, que está siempre en la cómoda.
El que se está quedando pelado, mejor conocido como soldado mal escondido, porque se le ve el casco. El definitivamente pelado, como los cubrecama, tiene los flecos solo a los costados.
Y finalmente el jefecito, el querido Maru Botana, que conoce cien formas diferentes de romper los huevos.
En futuras entregas irán apareciendo más personajes u otros sobrenombres para algunos de los presentados.
Buen fin de semana, o comienzo, o lo que sea.