Y comieron perdices...
NOTA: Gracias a la colaboración del lector Sebastián B., quien me ha hecho notar de una manera vehemente, que la presente entrada guarda una gran similitud con un monólogo realizado por el Sr. Dady Brieva, emitido hace algunos días en su programa de televisión con los MIDACHI, por lo que les pido disculpas a quienes se hayan sentido defraudados."
Me acabo de enterar que junto a mi señora esposa, he sido invitado a un casamiento de una amiga de ella, de la cual es la primera vez que registro su existencia.
Ello me retrotrajo a mi última experiencia en situaciones similares, la que no podría adjetivarla de feliz, ni siquiera de neutra, hasta podría atreverme a calificarla de desastroza, pero mejor juzguen ustedes mismos.
Todo empieza en el mismo instante de la recepción de la invitación y de allí parten dos caminos que divergen, ambos con fines completamente inesperados, pero nada venturosos. El primero es con el regalo a llevar: ¿Cuánto gastamos? ¿Que les compramos que sea original, que no sea lámpara ni reloj; que se pueda usar, pero que no sea un juego de café? En fin, ¿Le compramos la plancha nomás?... Discusiones bizantinas interminables, que suelen culminar con la compra de una escultura de autor y forma irreconocibles, que con suerte terminarà sus días como pisapapeles.
El segundo aspecto se centra en la remanida frase: "No tengo qué ponerme".
Idas y vueltas para elegir el vestido que se va a lucir en el evento, ya que no puede haber sido usado antes, porque se van a dar uenta que es el que usé en la fiesta de Menganita, a pesar que dudo seriamente que en esa celebración encontremos a alguien con mayor relación que haberlo cruzado por la calle en los últimos tres meses, si solo conocemos (porque ya me "informaron" quíen es) a la novia.
Adquirido el vestido, de cuyo raid de compra solo dejo un atisbo, se inicia el calvario de la selección de los zapatos y accesorios que combinen con él.
Luego de varias semanas y muchos, muchos cientos de pesos (o miles, si cuento los medicamentos para la úlcera y los tranquilizantes), llega la hora del casamiento. Horas antes comienza el ritual de la vestimenta, baños con sales, cremas afirmantes, relajantes, rejuvenecedoras (¡Mirá las patas de gallooo!), etc; mientras un servidor está cortando el pasto.
Faltando 30 minutos para el evento, los ritmos se aceleran y la consabida arenga: "¡Vos todavía ni te empezaste a arreglar!". Ducharse, 5 minutos; afeitarse, 2 minutos; perfume y desodorante, 30 segundos; lavado dental, 30 segundos; mirarse al espejo, meter panza y admirar la musculatura, 10 segundos; vestirse (con el mismo traje de siempre, total es oscuro e idéntico al de los demás asistentes masculinos), con corbata incluida, 8 minutos, repasar el lustre de los zapatos y peinarse, dos minutos 20. Total, sobraron doce minutos y medio.
Ya en el salón de fiesta, luego de la o las ceremonias, nos encontramos sentados a la mesa con un grupo de totales extraños entre si, por lo que deduzco que es la mesa de los "no parientes, no amigos íntimos y/o invitados por compromiso" del lado de la novia.
Charla superficial y sonrisas mantenidas a puro esfuerzo mental, y así se pasa la cena, que por lo menos estuvo aceptable y valió el baño.
Llega el momento del vals y por supuesto la invitaciòn, de nuestra compañera, a que bailemos con la novia, que tan gentilmente nos invitara, a pesar que solo me doy cuenta quién es, por el vestido blanco. Espera al costado de la pista de baile, amague a encarar, "Uhh! disculpe.. Nooo.. pase usted primero". Me imagino que un pariente por la avanzada edad y el alcohol que destila por cada uno de sus poros. Nuevo amague y el primo segundo, con la corbata floja y un traje del padre cuando era flaco y que le queda grande, que se nos mete adelante. Tomamos impulso, es hora o nunca, llegamos a donde se encuentra la novia, pedimos el honor y cuando la tomamos para bailar... Cambia la música... "Voçéeee aaa busó, chidó parchidu chi miii, aaa busó.." Y bué, ya estamos en el baile, bailemos...
Se arma el trencito y justo nos toca delante a esa parienta soltera (si estuviera casada no se hubiera puesta esa minifalda con semejante retaguardia) a la que tomamos por la cintura meneante, mientras que miramos a nuestra media naranja que nos mira desde la mesa con los ojos emitiendo llamaradas y hasta percibimos su rechinar de dientes, mientras la miramos como diciendo "¿Qué querés que le haga?".
Luego de un rato, retornamos a la mesa, con la corbata de vincha, una corneta en la boca y un par de maracas con forma de choclo para invitar a ella a que se una al baile, pero su mirada nos congela en el instante, y su expresión nos anula cualquier argumentación: "¿Querés que vaya allá para que me rompan el vestido, o me lo quemen con un pucho, con lo que TE costó?".
Luego de las tartas, el pernil de cerdo en sanguche y el desayuno, comienza a aclarar y ya se empiezana ir los invitados, mientras los novios siguen enchufados como en una Creamfields. (Antes nos ìbamso tempranos para pegarnos bruta revolcada en la noche de bodas, por primera vez sin que sea a escondidas de los padres, pero ahora no hace falta).
Ella nos agarra del brazo y nos susurra al oido: "Es la última vez que te traigo a una fiesta de mis amigas, para que me hagas pasar estos papelones".
Me acabo de enterar que junto a mi señora esposa, he sido invitado a un casamiento de una amiga de ella, de la cual es la primera vez que registro su existencia.
Ello me retrotrajo a mi última experiencia en situaciones similares, la que no podría adjetivarla de feliz, ni siquiera de neutra, hasta podría atreverme a calificarla de desastroza, pero mejor juzguen ustedes mismos.
Todo empieza en el mismo instante de la recepción de la invitación y de allí parten dos caminos que divergen, ambos con fines completamente inesperados, pero nada venturosos. El primero es con el regalo a llevar: ¿Cuánto gastamos? ¿Que les compramos que sea original, que no sea lámpara ni reloj; que se pueda usar, pero que no sea un juego de café? En fin, ¿Le compramos la plancha nomás?... Discusiones bizantinas interminables, que suelen culminar con la compra de una escultura de autor y forma irreconocibles, que con suerte terminarà sus días como pisapapeles.
El segundo aspecto se centra en la remanida frase: "No tengo qué ponerme".
Idas y vueltas para elegir el vestido que se va a lucir en el evento, ya que no puede haber sido usado antes, porque se van a dar uenta que es el que usé en la fiesta de Menganita, a pesar que dudo seriamente que en esa celebración encontremos a alguien con mayor relación que haberlo cruzado por la calle en los últimos tres meses, si solo conocemos (porque ya me "informaron" quíen es) a la novia.
Adquirido el vestido, de cuyo raid de compra solo dejo un atisbo, se inicia el calvario de la selección de los zapatos y accesorios que combinen con él.
Luego de varias semanas y muchos, muchos cientos de pesos (o miles, si cuento los medicamentos para la úlcera y los tranquilizantes), llega la hora del casamiento. Horas antes comienza el ritual de la vestimenta, baños con sales, cremas afirmantes, relajantes, rejuvenecedoras (¡Mirá las patas de gallooo!), etc; mientras un servidor está cortando el pasto.
Faltando 30 minutos para el evento, los ritmos se aceleran y la consabida arenga: "¡Vos todavía ni te empezaste a arreglar!". Ducharse, 5 minutos; afeitarse, 2 minutos; perfume y desodorante, 30 segundos; lavado dental, 30 segundos; mirarse al espejo, meter panza y admirar la musculatura, 10 segundos; vestirse (con el mismo traje de siempre, total es oscuro e idéntico al de los demás asistentes masculinos), con corbata incluida, 8 minutos, repasar el lustre de los zapatos y peinarse, dos minutos 20. Total, sobraron doce minutos y medio.
Ya en el salón de fiesta, luego de la o las ceremonias, nos encontramos sentados a la mesa con un grupo de totales extraños entre si, por lo que deduzco que es la mesa de los "no parientes, no amigos íntimos y/o invitados por compromiso" del lado de la novia.
Charla superficial y sonrisas mantenidas a puro esfuerzo mental, y así se pasa la cena, que por lo menos estuvo aceptable y valió el baño.
Llega el momento del vals y por supuesto la invitaciòn, de nuestra compañera, a que bailemos con la novia, que tan gentilmente nos invitara, a pesar que solo me doy cuenta quién es, por el vestido blanco. Espera al costado de la pista de baile, amague a encarar, "Uhh! disculpe.. Nooo.. pase usted primero". Me imagino que un pariente por la avanzada edad y el alcohol que destila por cada uno de sus poros. Nuevo amague y el primo segundo, con la corbata floja y un traje del padre cuando era flaco y que le queda grande, que se nos mete adelante. Tomamos impulso, es hora o nunca, llegamos a donde se encuentra la novia, pedimos el honor y cuando la tomamos para bailar... Cambia la música... "Voçéeee aaa busó, chidó parchidu chi miii, aaa busó.." Y bué, ya estamos en el baile, bailemos...
Se arma el trencito y justo nos toca delante a esa parienta soltera (si estuviera casada no se hubiera puesta esa minifalda con semejante retaguardia) a la que tomamos por la cintura meneante, mientras que miramos a nuestra media naranja que nos mira desde la mesa con los ojos emitiendo llamaradas y hasta percibimos su rechinar de dientes, mientras la miramos como diciendo "¿Qué querés que le haga?".
Luego de un rato, retornamos a la mesa, con la corbata de vincha, una corneta en la boca y un par de maracas con forma de choclo para invitar a ella a que se una al baile, pero su mirada nos congela en el instante, y su expresión nos anula cualquier argumentación: "¿Querés que vaya allá para que me rompan el vestido, o me lo quemen con un pucho, con lo que TE costó?".
Luego de las tartas, el pernil de cerdo en sanguche y el desayuno, comienza a aclarar y ya se empiezana ir los invitados, mientras los novios siguen enchufados como en una Creamfields. (Antes nos ìbamso tempranos para pegarnos bruta revolcada en la noche de bodas, por primera vez sin que sea a escondidas de los padres, pero ahora no hace falta).
Ella nos agarra del brazo y nos susurra al oido: "Es la última vez que te traigo a una fiesta de mis amigas, para que me hagas pasar estos papelones".
Etiquetas: Emparejemos
22 Tuvieron algo que decir:
juaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!! ME cagué de la risa!!! y si, asi es!!!
Yo vivo papeloneando!!! y mas si hay algo de alcohol por alli!!!
Saludos
¡Sos un ladrón!
Hace dos semanas Dady en su programa de viernes con el resto de los Midachi hizo este mismo monólogo (apenas lo modificaste y con menos gracia). Es una pena que robes los textos de esta manera y sin siquiera citar la fuente.
Una pena y una falta de respeto a tus lectores.¡Ladrón!
SEBASTIÀN: Gracias por tu colaboración, pero de haberlo sabido no lo hubiera publicado o lo hubiera citado, como hice en la entrada anterior. Nunca ha sido mi intención faltarle el respeto a nadie y mucho menos a quienes tienen la deferencia de pasar por acá y leer estos textos. No he visto el programa, pero me imagino que ha de ser como lo mencionás y estoy conciente que Dady es más gracioso, sin dudas, por eso él está en televisión en horario central y no yo.
Mi intención es y será tocar temas que les pasan a muchos y comentar las experiencias, por lo que deduzco que no soy el único que le ha sucedido algo así, ni a Dady o a quien le escribe los libretos, tampoco.
En todo caso, aca va la errata:
"Esta entrada tiene gran similitud con un monologo emitido en el Programa de MIDACHI hace un par de semanas, por lo que le pido disculpas a quienes hayan sentido herida su sensibilidad. A quienes no vieron el mismo, pueden tener una burda imagen del mismo, aqui".
Hay que ir en jean y zaptillas.
Pitoti, yo no veo Midachi, aunque me hayan hecho reír muchísimo en mi infancia, así que si se parece o no, me importa poco. Por otro lado, me hizo cagar de risa con la calidad de expresiones utilizadas y con la situación que a mí todavía no me pasó pero es buenísimo porque nunca falta el gatazo en todas las festicholas, y por último, no es ninguna falta de respeto a nadie, creo que el Sr. Sebastián todavía no se enteró de que no hay nada nuevo bajo el sol.
Saludos cordiales a usted.
Es una historia casi de la crónica diaria (quien no la vivió simil per se, conoce a alguien q pasó por tal situación)
Saludos!
PN y GUZ: Como lo exponen en el blog de JES uno va relacionando sus entradas con lo que lee en otros lados. En este caso, el tema me vino a la memoria por el post de Araña sobre los papelones, ya que tengo una extensa lista de los mismos.
Como siempre existe una componente de imaginación y adorno para darle legibilidad y que no sea una crónica de un hecho simple. Y como bien dice GUZ, en general trato con cosas cotidianas, con la idea que las mismas le hayan sucedido a la mayoría, allí está la gracia. No es coincidencia que varios tengan anécdotas similares, y así como yo le agrego el condimento de lugares comunes y frases hechas, quien escribió el libreto del monólogo haya incurrido en la misma técnica.
Lo bueno de todo esto es que me podría postular para libretista de MIDACHI, total lo gracioso lo tiene que poner Dady.
Genial.. y de la vida real y me importa un pito si Dady Brieva (a quien ya no me banco más ni por televisión ni donde sea) lo dijo primero. Yo no lo escuché.
Los casamientos o ese tipo de fiestas dan para todo y están para eso: para morfar, para bailar una vez en el año, para tomar hasta que el cuerpo aguante y más aún... un descontrol...
Un clásico el Disco Samba... todavía se sigue usando.
Y claro que todos, aunque nos hacemos los estúpidos fichamos a alguien que está más bueno que nuestro acompañante.
Forma parte de nuestro folklore
Cierto, en los cumpleaños de quince no da para tanto. Debe ser por lo que debemos cuidar las apariencias y enseñar con el ejemplo a los menores, o que los pendejos son más barderos que nosotros.
En los casamientos es como que tirás la chancleta, mal. No se si es para festejar que no te van a quedar muchas ocasiones de hacerlo, o porque la felicidad es altamente contagiosa.
¡Hilarante!una descripción que nos hace comprender mejor eso de la "heroica actitud" y del "apostolado" en el matrimonio... concuerdo, por supuesto, con los que ya no vemos a los midachi...y para los que sienten agraviado a su ídolo, no se les podía decir mejor: "no hay nada nuevo bajo el sol" y Pitoti no reclamó la exclusividad, pero nos hizo la deferencia de compartir esta reidera situación...
me quedé medio enojada.. che..
aparte digo.. no? el dueño de casa dijo en algun momento atribuirse la autoría del relato??
O es una norma o una regla de blogger tener que aclarar si lo que uno postea es algo copiado/afanado y reformado o de autoría propia???????
Pero... vos que culpa tenes de que Dady Brieva te cague los posts???? eh?
Maurus: eso es competencia desleal. El tipo, encima de que es más gracioso como dice Sebastián, y que lo miran miles, encima se le ocurren las ideas antes. Pido gancho...
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Bueno, resulta que ahora "no hay nada nuevo bajo el sol" y desde esta afirmación vale transcribir ideas de otros sin decir quien es el autor. Generalmente este tipo de afirmaciones las hacen quienes carecen de ideas. Pero por suerte en el mundo sigue habiendo creadores originales y maravillosos de libros, guiones, canciones, y pinturas. ¡Mirá vos qué nivel de discurso tienen algunos comentaristas!
Por otra parte quiero dejar en claro que no soy una imbécil que leyó el post y se enojó porque se parecía un poco al discurso de Dady (cosa que nos pudo haber ocurrido a cualquiera que intentásemos un post divertido sobre los casamientos); lo que me hace enojar es la trascripción literal de chistes (como que le ponen música brasilera cuando va a bailar el vals tras varias interrupciones de parientes y luego de haber sido obligado por su mujer y antes de regresar a la mesa con la corbata en la cabeza, tras asistir al casamiento de una desconocida y terminar oyendo a la esposa que le dice que no lo va a llevar más porque es un papelón) ¡Que coincidencia! ¡Claro! Que estúpida que soy, cualquiera hubiera caído en la misma secuencia de chistes. Y no solo ésos, hay muchos más, obviamente el autor de este Blog vio ese monólogo (o se lo contaron textualmente) y tras algunas modificaciones lo posteó como propio, porque SI araña, se descuenta que son propios a menos que lo aclare, BIENVENIDA AL MUNDO DE LOS DERECHOS DE AUTOR, lamento que te hayas quedado MEDIA ENOJADA, aunque todavía no entiendo por qué. En fin. Mi idea no es recargar las tintas contra el autor de este blog al cual suelo leer, pero estoy convencida que robó el texto y que ahora dice que cualquiera hubiera caído en esas descripciones (textuales) como defensa, y que hasta podría ser guionista de MIDACHI, bueno, en verdad cualquier imbécil podría ser guionista de MIDACHI si es que tal cosa existe, no es el punto de la discusión. La esencia de mi comentario es el robo. Y por supuesto invito a todos a buscar ese sketch de Dady para comparar ambos textos, porque parece que algunos todavía tienen dudas al respecto.
Bueno.. me está poniendo mal ya. Gente al pedo que se destaca por doquier se le llama a esto.
Ana, haga una cosita, empiece a leer un poco más, no blogs, sino libros y cuando ya tenga un buen esquema de asimilación formado en su cerebrito, dése una vuelta por las páginas del Sr. Giovanni Papini, el libro se llama Gog y el texto se denomina "Nada es mío".
Chau querida, y no moleste sin contar con buenos fundamentos por favor.
Mis saludos a Pitoti y disculpe si le ofende mi respuesta a ese ente, le prometo que no voy a saltar más. Esto es para Ana también, no se gaste en contestarme.
Està bien, che! Todos en algùn momento chorean. Aunque yo no choreo posts, me atraen los stereos digitales con CD, las reproductoras de DVD, Televisores plasma, etc, etc.
¡Eso, vieja! de chorear hay que chorear algo más útil..¡ja! digo, con el criterio de Ana no podrías volver a contar los chistes de Pepito, menos si los repites idénticos hasta con gestos, previamente tendrías que aclarar a quien se los escuchaste y de ahí a ...etc, bueno, el absurdo es evidente y la concomitancia con la propiedad intelectual, deficiente.
Mirá si nos enojamos por los chistes..¿que resta para lo importante?
ANA: no voy a aclarar mucho más a que lo que ya está dicho. El recurso de la corbata en la cabeza, es un lugar común, como lo es el de la música del carnaval carioca, del que podria haber puesto: Peeepe, pe pe, pero pensé que no se entendería tanto como este otro, también archi conocido, que con toda seguridad no era el que en la realidad estuvo.
Me parece válido el argumento que esgrimís, por lo que puse la aclaración al inicio del post y no luego o escondido en los comments.
Convengamos que estas ideas no tienen nada novedoso y que ni siquiera Dady podría esgrimir derechos de autor, ya que he visto infinidad de versiones gráficas, textuales y en video similares y que acomodadas de manera conveniente, pueden ser muy similares.
Para tu tranquilidad, te aseguro que lo de las interrupciones es experiencia propia y en más de una ocasión, tanto en este caso como en otras oportunidades como cumpleaños de 15 en la que no sos pariente, u otros comentarios.
Como dije, lamento que te hayas sentido defraudada y te ofrezco mis disculpas por ese hecho, pero no creo ser tan estúpido como para publicar algo copiado de un programa que cuenta con gran popularidad a días de haberse emitido, y arriesgarme gratuitamente a discusiones de este tenor, o pero aún, a vituperios.
También podría haberlo sacado y listo, asunto terminado, pero creo que lo más honesto fue dejarlo y efectuar las aclaraciones del caso.
Encuentro altamente razonable dudar de mis afirmaciones en la sociedad en la que nos movemos hoy en día. Es más, elogio que defiendas tu posición y espero que también analices, sopeses y respetes objetivamente los comentarios de los demás, que por el hecho de diferir con tu punto de vista, no necesariamente están completamente errados y pueden llegar a tener algún contenido de verdad.
A TODOS EN GENERAL: Gracias por pasar a leer. Aunque no lo crean, me siento halagado por TODOS los comentarios, porque al menos a alguien le interesa lo que escribo, aún en desacuerdo.
El tema del día dió para esta discusión y es bueno, ya que podemos exponer nuestras ideas libremente y discutir.
Si... realmente enojarse por esto... es lo mas estupido que lei en mi vida... Pero no te preocupes Ana... si algun dia hago un post comentando sobre "Lo mas estupido que lei en mi vida"... voy a aclarar de que el derecho de autor te pertenece...
puta.. yo me había perdido todo esto.
Llegué hasta Sebastián solamente...
VAMOS TODOS AL BLOG DE ANA????????
Para la próxima que se les ocurra criticar, ya saben, les suelto la correa a ARAÑA, MAURUS y PESIMISTA y aténganse a las consecuencias.
En serio, muchísimas gracias chicos y chicas
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