Sincronicity

Mis hijos tienen una cualidad muy particular, que es la de poder desvelarme bajo cualquier circunstancia.
Su modus operandi se basa en llorar exactamente en el preciso momento en que uno se encuentra entre dos fases REM, o sea, que uno está "menos dormido". En particular a eso de las tres de la madrugada, cuando ya se han dormido unas dos o tres horas, de forma que el estado de vigilia es levemente superior al sueño acumulado y por lo tanto, me desvelo. Si fuera una media hora antes, me acuesto de nuevo y caigo en un sopor seráfico, pero a partir de esa hora no puedo.
He intentado resistir a sus llantos, a ver si luego de comprobar que no les duele nada, no tiene hambre, no se cagaron/vomitaron, etc, vuelven a dormirse. Pero no.
Luego de una lloradera de unos veinte minutos comienzan a cansarse y dejan de hacerlo. Todo estaría bien, pero uno se acomoda en la cama, se tapa y trata de reconciliar el sueño perdido. En el preciso momento en que se inicia la fase de desconexión del cerebro con los sentidos, ellos arremeten con un llanto entre sollozo y mantra kármico (que a mayor edad suele ser un ¡paapáaaa...! quejumbroso) que nos retiene en el mundo de la cruda realidad.
Luego de unos tres o cuarto eventos, uno se debate entre el agotamiento mental-emocional, y los deseos de asesinato. Por suerte los instintos paternales suelen ser prevalentes.
Los pediatras nos dijeron que son terrores nocturnos, y van de los seis meses a los cuatro años aproximadamente. Lo que no nos aclaró es que el terror es lo que sufrimos los padres por la falta de sueño.