9.2.07

El arte del buen callar

Lamentablemente para ustedes, mis apreciados y eventuales lectores, a veces se me da por pensar y como odio meterme cosas en los oídos, los interludios entre mi casa y el, o entre los trabajos, los dedico a ejercitar la mente en el ancestral y olvidado oficio de pensar aunque la mayoría de las veces sean solo ideas banales o directamente estúpidas.
Estoy convencido que ello no debe ser limitante para no tener ideas nuevas constantemente. Son aquellas ideas descabelladas o utópicas, las que pueden llegarse a convertir en simiente de las grandes genialidades en el lugar y tiempos apropiados.
El mayor problema contra esto es la necesidad que nos acosa siempre de TENER LA RAZÓN, y no me refiero a la edición impresa, sino a considerar que nuestras ideas son mejores que las de los demás, ya que obviamente ellos se encuentran muy por debajo de nuestra capacidad intelectual. Fuera de broma y aunque este último postulado fuese cierto, la apertura mental a receptar ideas ajenas no es sino una maravillosa fuente de mejores ideas nuestras. Más vale tener muchas ideas a mano, aunque algunas sean erróneas que estar siempre en lo cierto por no tener ninguna.
Esto me lleva al meollo del asunto y título del post, porque en el afán de imponer nuestra visión solemos discutir, exponer y hablar mucho, lo que considero muy bueno para mejorar una postura, pero también es un arma de doble filo. El viejo dicho reza: "Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras". Por ello hay que ser muy cuidadoso a la hora de abrir el pico ya que uno se puede arrepentir de lo dicho, pero lo callado puede decírselo en el momento oportuno o callarlo para siempre si reconoce que se hace daño con esas palabras.
Algunos dicen que lo escrito queda y las palabras se las lleva el viento, pero estoy seguro que se pueden burlar las personas, se puede evadir las leyes, incluso apostar a la indulgencia y a la misericordia Divina y de los hombres. Pero nadie, nunca, jamás le ha ganado a su propia conciencia. Aunque se piense que se la ha sometido, las malas acciones dejan su huella indeleble.

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9 Tuvieron algo que decir:

Anonymous Anónimo también estuvo divagando

Querido amigo, para aprender y practicar ese arte hace falta algo que es practicamente inexistente en nuestro país....(tampoco se ve mucho en el resto del mundo), algo preciado y muy dificil de conservar, se llama HUMILDAD. Parece un contrasentido escribir esa palabra con mayúsculas pero lo hago porque , ya te digo es muy difícil de encontrar. Sólo cuando te das cuenta de lo poco que sabes, de lo fragil que eres y de lo mucho que necesitas de alguien (alguien que no sea precisamente tu gran ego) empiezas a comprender muchas cosas; gracias aDios que nunca estarde para aprender. Un abrazo.

2:55 p. m.  
Anonymous Anónimo también estuvo divagando

Ojalá todos fuéramos conscientes de la importancia de escuchar y razonar.
Muchos de los problemas de este mundo se dan por la abundancia de soberbia, que veo como uno de los defectos más desagradables y difíciles de corregir. Cómo haría un soberbio para reconocer la voz de su semejante? Estaría bueno vislumbrar la posibilidad de ese cambio.
Me encantó tu post.

3:25 p. m.  
Anonymous Anónimo también estuvo divagando

Uyy, este blogger me acaba de registrar con otro blog! O yo tipeé mal mi dire. Sorry.

3:27 p. m.  
Blogger Pitoti2 también estuvo divagando

CYN: Por eso es que lo llamo arte y aún con toda una vida de práctica, solo algunos lo dominan aceptablemente.

PROFE: Ninguna duda al respecto. Es más creo que la falta de humildad es la madre de muchos más males que hoy nos aquejan. Pero como sabiamente dice, no solo nunca es tarde para empezar.

MAGIC: todos tenemos el deber de ponerlo en práctica en vez de quejarnos. No hay cambio posible si no lo empezamos nosotros mismos. Y aunque parezca fútil, mirá lo que hizo Gandhi.

5:16 p. m.  
Blogger Hurricane también estuvo divagando

Muy edificante post. Uno mientras va por su rumbo observa distintas personas que parecen programadas para no escuchar, da la sensación que para ellos toda opinión distinta es incorrecta sin necesidad de mayor análisis. Lo peor es que, mas allá de predisposiciones naturales, también hay formadores para estos personajes.

11:28 a. m.  
Blogger Araña Patagonica también estuvo divagando

al igual que cyn, hablo mucho más de lo que debería callar.
a veces necesitaria una auto-mordaza.
Más de una vez no entiendo por que la gente calla..
Algún día voy a aprender.
Eso si: nunca quiero imponer mi verdad.. respeto las opiniones ajenas (siempre y cuando mi verdad, no se a la verdad.. la complique mucho, no?)
Un beso

9:51 a. m.  
Blogger Pitoti2 también estuvo divagando

Hurri:lamentablemente los padres solemos ser quienes educamos a los niños en no escuchar, porque anteponemos nuestras obligaciones laborales, sociales y maritales a escucharlos, porque total son cosas de niños. Eses fue por años mi gran error que intento al menos minimizar.

ARAÑA: Es el mal de todos, que vivimos en un mundo tan hostil que llevamos en forma permanente una actitud defensiva. También en muchos casos a lo ya dicho se agrega cierto sentido de inseguridad, por lo que tenemos que mostrarnos fuertes y agresivos, para inspirar temor, si no conseguimos el respeto.

9:10 a. m.  
Blogger pau también estuvo divagando

Mi problema es el impulso que, generalmente, tiende a ser extremadamente enorme. Hablo y después pienso, y después me retan por eso... Pero voy aprendiendo, tengo un buen maestro.

Saludos Conejeros

9:46 a. m.  
Blogger Pitoti2 también estuvo divagando

CONEJA: No se confunda, no he dicho que callar siempre sea lo adecuado. A veces es saludable escupir las cosas que uno lleva dentro en el momento que nacen, porque ese es el momento adecuado.
El arte consiste en eso precisamente, en seleccionar el momento adecuado para hablar.
No dudo de las cualidades de su maestro, pero un buen sacudón de vez en cuando no viene mal.

8:57 a. m.  

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